lunes, 17 de septiembre de 2018

Corrección del examen de ortografía

Instrucciones:



1)Subraya las palabras agudas y escribe la tilde cuando corresponda:



Miguel Cortés es leonés y mi mejor amigo del colegio.



A Jesús, el hermano mayor de Inés, le ha salido un grano en la nariz.



Ayer, después de hacer los deberes, jugué un buen rato al parchís con Andrés.



En esta habitación hay un ratón, pero soy incapaz de cogerlo.



En la estación de autobuses de Teruél, perdí la cartera con el carné para conducir.



Dirán lo que quieran, pero no fue José quien lanzó el balón y rompió el cristal de la tienda de juguetes.



2) Subraya la sílaba tónica y escribe la tilde cuando corresponda:




Sánchez                 pez                 Luisa                 Gonlez                 Víctor



Playa                 Sombrilla                 Arena                 Tumbona                 Canoa



Vigilante                 Acar                 Cáncer                 lar                 cil



Albar                 Abdomen                 der                 Jueves                 Catorce



Antes                 Dieciocho                 Fútbol



3)En el siguiente texto corrige la ortografía (Tildes y signos de puntuación).



Las leyendas son relatos que se transmiten de padres a hijos y perduran a través de los siglos. Esta leyenda narra cómo los incas, el pueblo que habitaba el antiguo Perú, eran descendientes del sol.

Hubo un tiempo, hace muchos años, en el que las gentes no poseían ni casas, ni ciudades. Tampoco conocían el arado, ni la rueca, ni lo concerniente sus dioses; vivían sin ambición y sin más fin en la vida que el comer y mantenerse protegidos del frío. Habitaban cuevas y se cubrían con pieles, en suma, vivían en condiciones precarias.

Cuando el sol miró a la tierra y vio a los humanos, se compadeció de ellos, pues sabía que aquellos seres eran capaces de hacer cosas mejores y decidió enviar a su hijo y a su hija para que los instruyeran en las artes de la civilización. Antes de que partieran, les hizo entrega de una vara de oro de medio metro de largo y dos dedos de ancho.

Cuantas veces hagáis un alto en vuestro camino para comer o para dormir deberéis clavar esta vara en la tierra. La tierra en muchas partes es dura y la vara no penetrará. Pero, algún día, arribaréis a un lugar en donde la vara se hundirá como si lo hiciera en el agua. Allí deberéis levantar la ciudad de Cuzco. Se llamará ciudad Sagrada del Sol, pues allí se construirá un templo dedicado a mí para que todos puedan conocerme.

El sol explicó luego a sus hijos que deberían cuidar de aquellas gentes como el cuidaba de la tierra como un padre ha de cuidar a sus retoños. Luego los dejó en la Isla del Sol, en el gran lago Titicaca, y allí dieron comienzo a la tarea encomendada.

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